BRIAN SETZER vs STRAY CATS. Banda sonora "El ojo de Dios". Thriller.
La inclusión de Brian Setzer en la BSO de El ojo de Dios era obligatoria, aunque el tema elegido (motivado por su adaptabilidad al momento narrativo) es a cargo de la Brian Setzer Orchestra, todos los caminos conducen a Roma.
Hablar de Stray Cats, Sezter, Lee Rocker o Slim Jim es hablar de aquella semilla que revolucionó el mundo del rockabilly a finales de los setenta. Para mí son tres claves las que se dieron en aquella época y que cimentaron la leyenda de los cats.
La primera, es sin duda, el momento en que aparecieron. Aunque en aquella época existían un buen puñado de grupos que de una manera u otra, seguían esparciendo la esencia del rockabilly por la escena musical del momento, con UK (con Crazy Cavan, Matchbox y todo el neo rockabilly consabido) a la cabeza y algunos "revival" a cargo de músicos americanos como the Blasters, su ábum debut American music (1980) es una indeleble tarjeta de presentación que se han convertido en todo un referente, quizás su estilo también esté influenciado por curtirse en la escena del punk rock de los Angeles, compartiendo escenario con bandas como The Gun Club o Black Fag. La escena de los 80 era un caldo de cultivo para recuperar viejos estilos, mezclar nuevos y sobre todo, para sorprender. Y eso fue lo que hicieron Stray Cats. ¿tatuajes? ¿tupés imposibles de domar? ¿vestuario increíble, mezcla de wester swing, gótico, rocker, biker, teddy boy? Pues sí, eso era una declaración de principios, en toda regla. Lo que no se es si todo esto lo trajeron de su Long Island natal o dejaron que el mestizaje que supuraba Londres en aquella época hiciera su trabajo, ya que sus primeros pasos de los Tom Cats con Bob Beecher y Gary Setzer, principalmente, en el B.J´s lounge y sobre todo en el T.K.´S de Long Island (donde se hicieron las grabaciones que se comercializan de los Tom cats) no estaban rodeados precisamente por una escena rockabilly.
Los Stray Cats, ya formados, sí que tuvieron sus pequeños momentos de gloria en USA y empezaron a cimentar su fama en garitos como el Max de NY). Sin embargo fué su encuentro con un camarero británico emigrado a USA (Tommy Bidgood) quien les hablaría de la escena rockabilly de europa y, más concretamente, de Londres, así fué como se convirtió en su manager y decidieron dar el salto al viejo continente. Luego vendría la divertida anécdota del encuentro con Dave Edmunds en los camerinos tras un bolo de los Cats, a quien se le encontraron en su vestuario, un tanto ebrio, tras haberse zampado una botella de vodka mientras los esperaba y los Cats no reconocieron a ese tipo desconocido y borracho que se había colado en su camerino...y empezaron los bolos por todo uk, sobre todo en Londres, donde Dingwals, The Marquee,
The Venue y Hope and Anchor se convirtieron en sus feudos, especialmente los primeros. Por cierto, en España, estuvieron en la gira del Gonna Ball del 82 por primera vez, aquí os la dejo como rareza: Sala Consulado, Madrid 15 Feb – Teatro Pacha, Madrid, 18 Feb – Sala Bonnie, Torrente (Valencia), 19 Feb – Pabellón Club Juventud, Badalona (Barcelona), 20 Feb – Velodromo Anoeta, San Sebastian.
La segunda, es la calidad. Estos chicos son muy buenos. Si ya sabemos que Lee Rocker y Brian Setzer fueron a la escuela de música en su ciudad y que Brian, además, recibía clases de guitarra, que Slim Jim recibía clases de manos de Mousie Alexander (compartió escenario con Benny Goodman) y que en casa de los Setzer siempre se escuchaban al menos estos cinco discos: el primero de Beatles, el primero de Rolling Stones, un grandes éxitos de Elvis, otro de Hank Williams y otro de un grupo de doo woop llamado The Diamonds. Con estas creenciales no es extraño que los cats destilan y destilasen r&r por sus venas, pero quien golpea primero golpea dos veces y los tres primeros discos de los Cats son irrepetibles, ese Rant and Rave...(qué coño, podemos incluir toda su discografía y tampoco quedarían fuera de lugar...Blast off, Rock therapy, Elvis on Velvet, siempre podremos encontrar composiciones con su sello característico...)
(aunque Gonna Ball no fuese bien aceptado, para mí es otro ejemplo de cómo los cats se mueven desenvueltos por otros terrenos como el rythm & blues y darles su particular toque felino y continuar con su misión de rescatar pequeñas joyas de la cultura del rock and roll de la talla de "Wasn´t that good" compuesta por Wynnonie Harris y de "Baby blues Eyes " escrita por el gran Johnny Burnette y Paul Burlison, aparte del misil que supone la canción homónima que da título al disco) y combinan a la perfección su homenaje al r&r de los 50, sus explosivas y frescas creaciones propias y su estilo salvaje que, en realidad es lo que volvió locos a toda una generación cuando el r&r explotó hace unas cuantas decadas y que es su sello característico.
La tercera y última es la pasión que sienten hacia este tipo de música. Aunque en su día algunos le achacaron su paso por el grupo "Bloodless Parahon" , como el director de la mítica revista "Kicks" Billy Miller y líder de los A-Bones, por considerarle oportunista en esto del r&r (siempre habrá opiniones para todos los gustos...) lo cierto es que Brian ha sabido explotar su pasión y su don: con Stray Cats, con su rockabilly trio, con su big band, a lo largo y ancho de América, Europa, Asia, Japón, Australia,
en el Grand Ole Opry, en el Hootenanny, en el Rockabilly hall of fame, apadrinando modelos de Grestch, siendo el heredero del ropero de Eddie Cochran por su contribución a perpetuar su legado musical. Slim Jim y Lee Rocker tampoco se quedan atrás, (a excepción de aquel disco con Earl, Slim and Rocker...esas permanentes, jajaja) han estado y están envueltos en gran catidad de proyectos relacionados con el rockabilly, involucrando a músicos de la talla del fallecido Lemmy, Danny B.Harvey (Polecats), Darrel Higham, Billy Duffy (the Cult) Glen Matlock (Sex Pistols) y compartiendo escenario con los grandes.
Atrás quedan aquellos tiempos cuando escribías al club de fans de Long Island, primero, y al de California, después, los sorteos en el mítico Gris de los fanzines fotocopiados del Cats Life editados por el club de fans de París, las compras, a través del Segunda Mano, de los 45 rpm y singles traídos de las islas (impagable la portada del rockabilly rules, con el hot rod de Brian y su camiseta de "Wilie Nelson reconvertido en el tío Sam"), las visitas a las tiendas de discos en busca de todo el material relacionado con Stray Cats (promocionales, bootlegs, directos, ediciones de otros países), los conciertos de Barcelona, Manchester, Madrid, Dublín (canceled, por una lesión de Slim Jim) , Gijón , los reportajes en las revistas musicales, las fotos de Slim Jim con su mujer Britt Ekland en el Hola (jajaja, hasta donde llega la pasión del fan...), los nombres de los detalles, grabados a fuego en la memoria, de todos sus discos, Gary Barnacle (saxofonista), Neil Young (productor), Gavin Cochrane (fotógrafo), Mark and Ollie (del club de fans), Hein Hoven (productor), Dave Edmunds (productor), The Fourteen Karat Soul, la chaqueta de Vietnam de Lee Rocker y el leopardo de Brian,
las bandanas de Slim Jim,
la gomina Nu Nile, Bruce Willis (harmónica), Ed "Big daddy" Roth (ilustrador) y muchos más...
Y la pequeña "joya de la corona" el radio 1, radio 2 escogido como uno de los mejores discos piratas por la revista francesa Metal Hurlant (de sus grabaciones en la BBc y en el Marquee de Londres), junto a otras rarezas como un album triple japonés de los Clash, o el Tales from The Cramps, que se vino a casa tras toparme un día de bruces con él en Discos Melocotón...
Por cierto, ahora con la próxima publicación de la autobiografía de Slim Jim (en inglés) "My life as a rockabilly rebel" , podremos completar más información sobre el gran trío y el genial batería, en particular.
En fin creo que les debía este homanaje a este grupo alrededor del cual construí mi cultura musical y mi pasión, y su inclusión en el thriller "El ojo de Dios" no es casualidad.
Stray cats (Brian Sezter) forma parte de la banda sonora de la novela "El ojo de Dios" junto a otros excepcionales artistas como Johnny Cash, Bruce Springsteen, Elvis Presley, Neil Young, Billie Holiday... sus textos han sido traducidos al castellano y se transforman en otro elemento narrativo, de forma que se convierten en un apéndice del narrador que nos guía a través de sus letras y conecta, de forma potente, con el momento narrativo de la obra.
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